Educar la interioridad es el gran regalo que podemos hacer a nuestros alumnos, a nuestros hijos. Aprender a ser no es una propuesta global ni un plan completo de educación de la interioridad, sino una serie de recursos que se pueden incorporar en cualquier plan de interioridad que esté diseñado.
El autor nos propone materiales para elaborar sesiones a la carta, con una estructura abierta, flexible, al servicio de los objetivos y necesidades de cada persona o grupo, con sus características y estilo propios. Para ello, ofrece una amplia carta con aperitivos, primeros platos, segundos y postre, para poder elegir cuáles son los más nutritivos y aplicarlos para conseguir los objetivos deseados.
La flexibilidad de los contenidos es una de las muchas cualidades de este libro, ya que las metodologías están al servicio de la persona y no al revés. La centralidad del alumno, en este caso adolescente, de la persona, es un ineludible criterio educativo de calidad.