FUENTES MENDIOLA, ANTONIO
Decidir bien es un arte. Exige reflexionar sobre qué se va a hacer y cómo se va a hacer. Cada uno es fruto de sus decisiones y el éxito depende, en gran medida, del esfuerzo y del conocimiento propio. Los creyentes acuden además a la ayuda de Dios. Entonces sí es posible decidir y acertar.