HIGUERAS ESTEBAN, JESÚS
¡STOP! Un momento. ¿Te has parado a pensar alguna vez si dedicas algo de tiempo a tu alma? ¿Cuántas veces te has detenido para contemplar quién eres, por qué caminas por esta historia, qué manos te sostienen cuando te vas a caer o con qué vacunas puedes afrontar el mal que tantas veces te invade? ¿Se te ha ocurrido que tu yo más profundo requiere también sus cuidados? Tu espíritu necesita hacer pequeños parones, aislarse de las prisas y los ruidos de cada día y, en medio del silencio, abandonarse al reposo sosegado, a una revisión profunda. Me gustaría acompañarte para pasar algo así como un chequeo espiritual: mirar despacio cada uno de tus sentimientos, de tus deseos, de tus dudas, de tus preocupaciones, de tus anhelos; dejarte en manos de Dios, un Médico paciente y sabio que, con una ternura infinita, quiere ver qué llevas dentro, qué necesitas cambiar para poder caminar por la vida más libre, más feliz.