ITURBE, IGNACIO
Los hijos se encuentran en la edad de oro de la educación pues son los años idóneos para desarrollar su personalidad y forjar su carácter; tienen las mejores disposiciones para ello, son como pequeños diamantes en bruto a los que hay que pulir. Es el momento de fomentar los buenos hábitos y de adquirir las virtudes que les acompañarán toda la vida.