El origen de los Dichos de los Padres del desierto es Egipto, dondefueron pronunciados y conservados por las primeras generaciones delmonacato cristiano. Pero cuando las incursiones bárbaras de principios del siglo V, y quizá también una cierta decadencia, empujaron amuchos monjes a abandonar aquellas regiones, el temor a que seperdiera este precioso patrimonio convenció a los solitariosrefugiados en Palestina a ponerlo por escrito. Así nacieron lasprimeras colecciones en griego, traducidas más tarde al copto,siríaco, árabe, etíope, armenio y latín, y que se enriquecieron connuevos textos procedentes de estas tradiciones y de sus respectivasexperiencias monásticas. La selección que aquí se presenta se nutre de todas estas colecciones, presentando dichos ya conocidos y otrosmuchos inéditos.