FERNÁNDEZ BARRAJÓN, ALEJANDRO
Prefacio a modo de confesión1. Consagrado en estos tiempos2. Tiempo de recesión y crisis3. Tenemos algo que decir4. El presente privilegiado que vivimos5. Me siento bendecido6. La dictadura de las ideologías7. La cárcel del ego8. No se vive de recuerdos, pero los recuerdos tienen mucha vida9. Ponernos en el lugar de los otros. Empatía10. He puesto mis manos en el pecho y mi corazón late. ¡Estoy vivo!11. Se trata de andar12. Hablando de felicidad13. De la mano de la hermana muerte14. El perdón como redención15. El misterio del mal que nos abraza16. Atrapados por el amor17. Estrategias para el camino18. Un camino seguro, pero poco transitado19. Iglesia, hospital u hotel20. Como buen samaritano21. El misterio del sufrimiento nos acecha. O tal vez somos eso22. A vueltas con la vida consagrada23. Mi apreciada soledad24. Le trajeron un ciego pidiendo que lo tocase25. El desafío de la humildad26. Me brota la carne sana27. La fraternidad como tarea
Un libro lleno de latidos, de ilusiones, de conquistas y de frustraciones. Un escritor con mucha alma, "tal vez demasiada", reconoce el propio Barrajón... El religioso mercedario vuelve a desnudarse en esta obra, "desnudarme sin pudor para liberarme de todo ese pasado gris y multicolor que llevo colgado como una mochila de lastre en las costillas del alma".
A través de estas páginas, retrata fotogramas de su vida -su infancia, sus padres, el seminario, la vocación, la vida consagrada...-, algunos amarillos y desgastados, otros frescos y actuales, todos puestos ante los ojos del lector "para rescatarme del olvido cobarde del tiempo y sentirme yo contigo y sentirte a ti conmigo. En el centro de todas las noches y todos los amaneceres, Dios, "mi Dios, mi adorado Dios".