Se suele entender la comunidad cristiana como un lugar del que recibir, no como un lugar al que dar. Todos los miembros del pueblo de Dios estamos llamados a asumir el servicio y la corresponsabilidad dentro de la Iglesia. Con el "motu propio" Antiquum ministerium (2022), Francisco no solo instaura un nuevo ministerio en la Iglesia, sino que recoge los frutos del Concilio Vaticano II para colocar al catequista en el hoy de la Iglesia.
Este libro ayuda a explicar, contextualizar y revalorizar el ministerio del catequista. Pero ¿hace falta un ministerio para ser catequista? Es un don, una llamada expresa, primero del Espíritu y después de la comunidad cristiana. No estamos llamados a dar catequesis sino a ser catequistas veinticuatro horas al día.
Gracias a los catequistas por entender su misión como un servicio y a algunos en particular por ofrecer su disponibilidad plena ante el obispo.
Del prólogo del Card. José Cobo,
Arzobispo de Madrid