LESNIEWSKI, KRZYSTOF
Un signo de esta época es que hombres y mujeres se afanan porconservar la salud y prolongar su bienestar. Pero esta peculiar estima del cuerpo es una excepción en la historia. Durante siglos, los seres humanos han aspirado a conseguir el equilibrio entre las distintasdimensiones que integran la persona. No les ha bastado con la salud,ni tan siquiera con disfrutar de cierta felicidad; también hannecesitado asegurarse una buena relación con la trascendencia, ya quesin ella la vida no podía considerarse plena. Sanar el centro del serhumano que representa el corazón exige diagnosticar su estadoespiritual, iniciar el tratamiento que permita recobrar la saludfísica, psíquica y espiritual, y establecer relaciones armónicas conuno mismo, con los demás y, por encima de todo, con Dios.