Presentacio´n, Raniero CantalamessaIntroduccio´n1. Resoluciones de An~o nuevo diciendo «¡si´!» a Dios2. An~o del carnero, an~o del Cordero3. Aniversario de la evangelizacio´n de Florida4. Aniversario de la catedral de Galway5. El cumplean~os de Mari´a, la primera misa6. Primeros pasos en una vida consagrada7. La Iglesia, hija de la Sinagoga8. La vocacio´n de la familia misionera9. La tremenda responsabilidad de proteger los dones10. Se salva al nin~o salvando a la madre11. La voz profe´tica ante el traje nuevo12. Mitologi´a versus verdad de la vida13. Por amor a la vida Suicidio me´dicamente asistido La autonomi´a vs el bien comu´n Holanda: pionera de la eutanasia Una distincio´n fundamental Actitud ante la muerte A favor de la vida Conclusio´n14. El suicidio nunca es misericordia15. Inmigracio´n: ¿desafi´o u oportunidad?16. No dejar a La´zaro en la puerta La justicia social convoca17. La Iglesia al servicio de la plenitud de la vida18. El poder del amor19. Minoridad capuchina: ser un hermano ma´s pequen~o
Leer, incluso antes de ser editados, estos textos de mi hermano capuchino, el cardenal Sea´n O'Malley, fue como hacer un viaje de reconocimiento a los diferentes momentos de la vida de la Iglesia [...] Las homili´as del cardenal O'Malley, como las del papa Francisco en Santa Marta, son verdaderas «homili´as», en el sentido original del te´rmino, esto es, son conversaciones, reflexiones sobre cosas y acontecimientos, no ideas sobre ideas [...] En la predicacio´n, hasta los conceptos abstractos deben ser revestidos de ima´genes, si´mbolos, meta´foras, para´bolas, historias vividas, referencias concretas a la vida e intereses de la gente. La palabra debe «hacerse carne» una y otra vez (Raniero Cantalamessa, en la Presentacio´n). Una de las caracteri´sticas de los escritos y la predicacio´n del cardenal O'Malley es el recurso a la herramienta sapiencial del humor, que utiliza no para ser delicioso. Puede incluso serlo, pero su objetivo es otro: llevarnos a renunciar a la tentacio´n que separa la accio´n sobrenatural de nuestra realidad (Jose´ Tolentino de Mendonc¸a).