La teología es un lenguaje sobre Dios. Pero al ser Dios ante todo misterio, solo es posible hablar bien de Él desde el asombro y el respeto. Ambas actitudes protegen de la arrogancia y encuentran en la cruz el acceso más seguro a este secreto escondido desde la creación del mundo. Al adentrarse en el libro de Job, el lector es invitado a descubrir en este hombre piadoso y sufriente del Antiguo Testamento una figura ejemplar de Cristo. Pero también es llamado a leer su historia personal y comunitaria de preocupaciones, tristezas y desesperanzas a la luz de una fe insobornable y una plegaria confiada.