La celebración de la fe en la Iglesia pone de manifiesto aquello que es central en su vida y en su pensamiento. Por eso, resulta imprescindible conocer el origen y las fuentes litúrgicas, la evolución de la ordenación general de la celebración cristiana y las influencias que en cada época la han enriquecido o distorsionado. Alexander Schmemann ofrece esta original introducción de forma histórico- genética y crítica, centrándose sobre todo en el primer milenio cristiano, para ayudar a entender la forma normativa de celebrar. Respirar con el pulmón del Oriente cristiano en temas tan centrales aporta un imprescindible equilibrio y supone un valioso enriquecimiento para la tradición teológica y litúrgica de Occidente.