LAFRANCE, JEAN
Extracto del Índice:
1. La peregrinación al corazón: la conversión.
Despertar al recuerdo de Dios. ?Muéstranos tu rostro de ternura?. La conversión: ?metanoia?. La bienaventuranza de las lágrimas.
2. Nuestra verdadera naturaleza: la oración
?Seréis los sacerdotes del mundo?. ?Dad gracias en todo?. Orar sin cesar.
3. En marcha hacia la oración continua
Perseverar en la oración. No cansarse nunca. Unificar la existencia. Filtrar el corazón.
4. En estado de oración ininterrumpida
La oración espontánea. La oración de acción de gracias. Alabar a Dios porque es Dios.
5. El verdadero amor al prójimo
¿Qué será de los pecadores? Solidario con Dios, solidario con los demás.
Anexos: Valentía en la oración. ¿Quién te ha enseñado la oración continua?
La oración del corazón es una manera de orar muy extendida en el Oriente cristiano. Consiste en repetir en nombre de Jesús solo o acompañado con alguna petición (por ejemplo, la del ciego de nacimiento: ?Jesús, salvador, ten piedad de mí, pecador?) hasta conseguir que la respiración, los latidos del corazón, se acoplen a ese mantra y el orante consiga ?orar constantemente?. Por eso, se llama también ?oración de Jesús? y ?oración ininterrumpida?. Este tipo de oración hace del orante una persona nueva. Vive la presencia de lo divino en él, pero también en los que le rodean y en la creación entera, convirtiéndose en un templo viviente de Dios. Jean Lafrance, practicante de este tipo de oración, nos ofrece las claves para llegar a descubrir el rostro del Resucitado a través de las distintas etapas que conforman la oración del corazón.