AA.VV
«El ministerio confiado al obispo comporta un servicio a la unidad. A la unidad de su propia diócesis y a la unidad entre su Iglesia local y la Iglesia universal. Se trata de un ministerio con un significado especial: la búsqueda de la unidad de todos los discípulos de Cristo [...]. El obispo no puede considerar la promoción de la causa ecuménica como una tarea más dentro de su variado ministerio; una tarea que podría y debería posponerse en vista de otras prioridades, aparentemente más importantes. El compromiso ecuménico del obispo no es una dimensión opcional de su ministerio episcopal, sino un deber y una obligación [...]. En su servicio a la unidad, el ministerio pastoral del obispo se extiende no solo a la unidad de su propia Iglesia, sino también a la unidad de todos los bautizados en Cristo» (Card. K. KOCH, Prefacio).».