CERRO CHAVES, FRANCISCO
En los escritos de este Santo trapense hay profundidad, sencillez y cercanía en cada una de sus páginas. Y sobre todo, santidad y humanidad. De hecho, está extendiéndose por todo el mundo y han contagiado a muchos que se entretienen leyéndolos. A todos, pero especialmente a los jóvenes, transmiten luz, vida, amor, entrega, generosidad, paz, mucha paz... El secreto está en que, como asegura Rafael, "mis escritos son... oraciones a Dios".
Quizá convenga, por tanto, presentar esta faceta de su mensaje a lo divino, expniendo al mundo de hoy a Rafael "de rodillas", es dcir, orando, dialogando con Dios, hablándole de tú a tú. Es fácil hacerlo: "Hoy mi oración ha estado -confiesa-en la punta de mi lápiz..."