TORRES CAMPOS, JOAQUÍN
Unidos en oración con María, los apóstoles recibieron el EspírituSanto y nació la Iglesia. Unidos con María en oración, los cristianosacogemos al Espíritu de Jesús, «que nos hace llamar a Dios: ¡Abbá!,¡Padre!» (Romanos 8,15), auténtico fundamento de la fraternidadhumana.Te ofrecemos una oración para cada día del mes de mayo. La oración vaacompañada de una cita bíblica, un fragmento de la encíclica Fratellitutti sobre la fraternidad y la amistad social, un pequeño comentarioy una sencilla invocación a nuestra Madre María.¡Que las bellas imágenes que ilustran estas páginas dirijan nuestramirada a la contemplación, junto a Aquella que «guardaba todas estascosas y las meditaba en su corazón» (Lucas 2,19).