En este libro, el silencio sale discretamente del claustro para convertirse en compañero de viaje de cuantos, desperdigados por las calles del mundo, desean recogerse en su interior y nutrirse en el fresco manantial de la Palabra. El estilo de A. M. Cànopi está inspirado en la lectio divina: invita al lector a abrirse a una escucha viva y adentrarse en el diálogo interior en el que el Espíritu hace oír su voz y da su paz. Es un libro para sorberlo a lo largo del camino, cuando el andar se vuelve fatigoso y el corazón se siente más sediento.
Es libro habla de una cosa que le resultaría sumamente necesaria a la gente de nuestros días, tan pendiente de palabras y rumores: la recuperación del silencio como dimensión interior e irrenunciable del hombre