1. Sembrar y cuidar
2. Amar esta tierra rota y redimida
Hijos de esta tierra
El grito de la tierra
Para escuchar hay que saber quién habita el corazón
Para escuchar hay que estar cerca
Alimentar la esperanza
3. Donde Dios siembra
La Palabra cae en tierra
La fe empuja la vida
La realidad, maestra; Jesús, acompañante
4. Allí la semilla germina
De la vida forma parte la experiencia de la quiebra
De la vida forma parte la experiencia del encuentro
De la vida forma parte el cuidado de la condición humana
5. La espiritualidad del cuidado
Cuidar lo que se ama
El cuidado de la fraternidad
6. Crecer al amparo de quien nos ama
La permanente referencia a la Palabra
El silencio y la escucha
Contemplar las heridas
7. Aquí estoy y hágase
Rema mar adentro
«He aquí la esclava del Señor»
«Hágase en mí según tu palabra»
8. El tiempo de la siega
Este es el tiempo de los intentos
Por sus frutos los conoceréis
En la madurez de la vida
El abrazo deseado
9. Él nos cuida
Dios no abandona a sus hijos
La vida espiritual transformará nuestros corazones
La vida espiritual transformará la tierra yerma en tierra fecunda
La sombra de la cruz, tantas veces alzada a lo largo de la historia, nos alcanza a todos y nos reclama dar un paso más en la dirección de una Pascua difícil de consumar. ¿Hacia dónde caminaremos, una vez enterrados los muertos? Las promesas de Jesús marcan nuestro camino, con frecuencia tortuoso, pero siempre iluminado por la esperanza creyente. En el camino de Jerusalén a Galilea, recostado en el brocal del pozo, el Profeta seguirá saciando nuestra sed, iluminando nuestra vida e invitándonos a caminar a la sombra de sus alas.