RODRIGUEZ, J.V.
San Juan de la Cruz, santo y poeta por excelencia, padre del Carmelo Descalzo, recorrio´ a lo largo de su vida buena parte de Espan~a. TesTigo y Peregrino del AbsoluTo es una invitacio´n a seguir sus huellas y asi´ conocerle en la mayor de la intimidades. El camino propuesto surca las tierras de Castilla, donde nacio´ y se formo´; las de Toledo, donde fue encarcelado y se fugo´; y las de Andalucía, donde alcanzo´ la mayor de sus plenitudes. Un viaje que va de Fontiveros a U´beda, de Segovia a Granada, siguiendo los pasos de este «carmelita de sandalias y escaso de figura que nacio´ en la gleba abulense».
El P. Jose´ Vicente Rodri´guez descubre en su texto las huellas humanas, poe´ticas y espirituales de Juan de la Cruz; acompan~adas de la descripcio´n del enclave geogra´fico, que ayuda a configurar debidamente su persona y sus circunstancias.
Testigo y Peregrino del AbsoluTo realiza un viaje por la grandeza e intimidad de quien Antonio Machado describio´ como «el ma´s poeta de los santos todos... y el ma´s santo de todos los poetas».
La Geografía de San Juan de La Cruz
San Juan de la Cruz, chico y grande, que actualmente llena el universo, tuvo poca geografía en los di´as de su vida mortal. No salio´ de la Peni´nsula Ibe´rica. Al norte no paso´ de Valladolid; al sur estuvo no pocas veces en Ma´laga; al este, el punto extremo que toco´ fue Caravaca (Murcia); y al oeste unos cuantos di´as en Lisboa.
Por referirnos a capitales de provincia sabemos que vivio´ en A´vila, Salamanca, Valladolid, Segovia, Madrid, Toledo, Co´rdoba, Sevilla, Granada y Ma´laga. Anduvo por Jae´n y residio´ tambie´n en poblaciones notables como: Fontiveros, Are´valo, Medina del Campo, Alba de Tormes, Baeza, Pastrana, Alcala´ de Henares, Caravaca, U´beda; en la muy noble, antigua, leal y afable ciudad de Almodo´var del Campo, y otras como Mancha Real, Beas de Segura, Sabiote, Cuerva, Bujalance, Guadalca´zar, Malago´n, La Pen~uela o Linares; le encontramos asimismo en Duruelo, Mancera, y en el convento de El Calvario en el te´rmino de Villanueva del Arzobispo, y en La Pen~uela (La Carolina). Sus huellas fueron quedando por los caminos de Andaluci´a, especialmente por tierras de Jae´n, por las dos Castillas y por la provincia de Murcia.