CERRO CHAVES, FRANCISCO
Índice:
Prólogo
De entrada
Un muchacho, un joven (Pasión por Cristo)
Después de esto se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades.
Y mucha gente le seguía
Porque veían los signos que realizaba en los enfermos
Subió Jesús al monte
Y se sentó allí en compañía de sus discípulos
Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos
Al levantar Jesús los ojos
Y ver que venía hacia él mucha gente
Dice a Felipe
¿Dónde vamos a comprar panes para que coman éstos? Se lo decía para probarle, porque Él sabía lo que iba a hacer
Felipe le contestó
Doscientos denarios de pan
No bastan para que cada uno tome un poco.
Cinco panes (Pasión por la Iglesia)
Le dice uno de sus discípulos
Andrés, el hermano de Simón Pedro
Aquí hay un muchacho
Que tiene cinco panes de cebada
Y dos peces (Pasión por la evangelización de los jóvenes)
Y dos peces
Pero, ¿qué es eso para tantos?
Dijo Jesús.
Haced que se recueste la gente
Había en el lugar mucha hierba
Se recostaron, pues, los hombres en un número de cinco mil.
Tomó entonces Jesús los panes
Y, después de dar gracias
Los repartió entre los que estaban recostados
Y lo mismo los peces, todo lo que quisieron
Cuando se saciaron
Dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda»
Los recogieron, pues
Y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido
Al ver la gente la señal que había realizado
Decía: Éste es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo
Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey
Huyó de nuevo al monte él solo
Epílogo
Estas profundas reflexiones que ofrece D. Francisco Cerro Chaves, Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, nos invitan a reflexionar sobre el signo de la multiplicación de los panes, según nos lo presenta el Evangelio de san Juan.