PAULA SEITON
A lo mejor hemos dejado la cama sin hacer y hemos salido sin ponernos la camisa que queríamos porque está missing. Puede que luego hayamos vuelto a casa con la compra y resulte que ya teníamos un bote de detergente entero sin estrenar. Por no hablar de que, cuando nos queremos dar la ducha relajante del día, la mampara nos recuerda que no sabemos adecentarla como se merece.