"Una habitación propia" trata, básicamente, de la relación entre la condición femenina y la literatura, desde el punto de vista de una de las mejores y más singulares escritoras del siglo XX, Virginia Woolf volcó en cada una de sus páginas su inconfundible sensibilidad, el acervo de sus vivencias y su particular subjetividad. «Una mujer necesita dinero y una habitación propia para dedicarse a la literatura», proclama la autora al principio de estas páginas. Y toda aquella persona (sea hombre o mujer) interesada por los siempre sutiles vínculos entre vida y creación artística no se arrepentirá de adentrarse en ellas.
Traducción de Catalina Martínez Muñoz