GRANADOS GARCÍA, JOSÉ
La teología del matrimonio se sitúa en una encrucijada de caminos: lo carnal y lo espiritual, el varón y la mujer, el amor humano y el divino, lo privado y lo público, la tradición y el futuro, la naturaleza y la gracia... ¿Cómo integrar tantos aspectos? Jesús mismo lo indicó: "lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (Mt 19, 6). Dios es la fuente del amor, que ha unido a varón y mujer y les asocia en un camino de comunión siempre más honda. Por otro lado, "lo que Dios ha unido" se revela en modo insuperable con la venida de Jesús al mundo que, en su entrega de amor por la Iglesia, es esa misma unión.