MONTES PERAL, LUIS ÁNGEL
Pertenece a la esencia del cristianismo creer, esperar y darse,acciones centrales que corresponden a tres de las características másprofundas inherentes al ser humano; acciones además que transmitenverdad, belleza y felicidad. Practicando las virtudes trinitarias, elADN de la identidad religiosa, el creyente se eleva mediante la gracia por encima de sí mismo sin salir de su finitud. Al mismo tiempoexperimenta gozoso cómo su fe, esperanza y amor descubren algodefinitivo: vivenciar día tras día al Padre, al Hijo y al EspírituSanto y donarse por entero a los hermanos situados en una sociedadnecesitada de salvación. Este acontecimiento de nuestro quehacer en el mundo puede servirnos de inspiración y orientación permanente paranuestra vida, tanto la presente como la futura. La portada nos ofrecea los bienaventurados en el cielo. Adornados en la tierra con las tres virtudes, ya gozan de la Santísima Trinidad para siempre.